Escribe Carlos Armando Cardozo

La lógica del enjambre

Escribe Carlos Armando Cardozo

OPINIÓN | 2 Nov 2021

Esta última semana en Bolivia estuvo cargada de un sinfín de demostraciones que nos acercamos al verdadero punto de quiebre donde la violencia termine por hacerse presente entre los ciudadanos y los colectivos oficialistas envalentonados por la élite política que guía sus pasos.

Existe una animadversión clara contra el oriente boliviano, el gobierno nacional desde su máximo representante, Luis Arce Catacora, no pasa oportunidad alguna para hacer saber su total repudio y rechazo férreo al oriente boliviano por aspectos totalmente ajenos a lo cultural.

Luis Arce Catacora como buen burócrata con 30 años de experiencia, ve con resignación que a pesar de todos sus esfuerzos por intervenir la economía y haber logrado una victoria pírrica durante los primeros años de gobierno de Evo Morales a partir del auge de las materias primas, no fue suficiente como para sostenerse como un modelo y más bien demostró ser una simple mezcla de contexto favorable más keynesianismo básico que incubo burbujas en el sector público, y en el mercado de bienes y servicios.

El economista Mauricio Ríos García explica con lujo de detalles las 3 burbujas que acompañan al país desde hace ya varios años en su libro “Incautos” <> En el destaca elementos que permiten entender porque luego de la caída de los precios internacionales (1ra Burbuja) el país aún gozaba de niveles de crecimiento positivos similares a los registrados durante casi una década. El crecimiento mórbido de la burocracia y la inversión pública sumada a los créditos baratos impuestos así por el propio Gobierno permitieron financiar todo tipo de proyecto desentendidos de los mecanismos naturales del mercado que posicionarían el escaso capital en manos de la banca en lugares de alto riesgo bajo un nuevo contexto totalmente adverso.

Es decir, Arce el autor máximo del Modelo Económico Social Productivo Comunitario, ve en el Oriente boliviano, Santa Cruz para ser más precisos, un modelo que generó éxito independientemente de la línea bajada desde los escritorios del Ministerio de Economía y Finanzas. Es fácil, imponer una verdad única cuando no existe atisbo alguno de realidad simultanea que permita sugerir comparaciones y dejar al ciudadano su libre elección. Planificación Centralizada de la Economía vs Libre Mercado.

Mientras la institucionalidad, los clúster y cadenas de producción cruceñas aún gocen de cierto margen de operaciones a pesar de la asfixia sistemática sobre todo el país, estas se constituyen en una amenaza al reflejar todo frente lo que el Modelo Económico Social Productivo Comunitario niega flagrantemente.

La sola idea de la libertad, el emprendimiento, la propiedad privada y el individuo hace temblar los viejos y carcomidos cimientos del discurso gastado y vacío del Estado Plurinacional de Bolivia y su economía blindada.

Con esto en mente es más fácil entender las arremetidas contra los ganaderos amparados en los intermediarios “carniceros” que siendo meros facilitadores apuntaron el dedo hacia los ganaderos como culpables del incremento de la carne de res. La loca idea del viceministro de posar sus largos dedos gubernamentales para establecer entre ambos sectores los precios de mercado a los que los ganaderos deberían ofertar su producto, solamente pone al descubierto su intencionalidad de presionar a este sector económico. Tal cual hicieron en el pasado con los soyeros y los famosos cupos de exportación a título de soberanía alimentaria.

Otro evento, se dio al final de la semana, cuando avasalladores armados y encapuchados secuestraron a periodistas y civiles so pretexto de reclamar su legítimo derecho de producir y así trabajar en pos de la soberanía alimentaria. Grueso error manifestar slogans repetidos tantas veces por los medios gubernamentales que son fácilmente rastreados hacia sus autores.

La aparición de este tipo de grupos subversivos y la violencia con la que está actuando Arce, Del Castillo, Cox y otros miembros del gobierno nacional hace pensar que su comportamiento no es una casualidad. Es más bien algo natural.

Me explico, según Christian Yates, profesor de biología matemática de la Universidad de Bath en Reino Unido para que las langostas degeneren en una plaga solamente son necesarias 3 de estas. No es una broma, 3 individuos.

Lo cierto es que a partir de desarrollar un modelo matemático, Yates y sus colegas fueron capaces de demostrar que en la medida que la comida escasea, las langostas pasan de ser seres solitarios a tener un comportamiento gregario y agresivo. Esto les permite marchar juntas, multiplicarse, alimentarse más y más generando las famosas plagas que aquejan a los agricultores alrededor del globo.

La interacción lo es todo. Recuerdan el número mágico, 3 individuos, bueno la razón por la cual se agrupan y mantienen la adhesión es que este núcleo les permite registrar esos vuelos con cambios espontáneos que se pueden presenciar en los enjambres.

Sin embargo, este no es el detalle más escabroso, otra razón por la que prestan especial atención a sus 2 vecinos próximos es justamente su naturaleza caníbal. Es decir, las langostas son capaces de comer a miembros de su mismo enjambre para extraer minerales y proteínas que les permitan subsistir. Vaya dato.

Sin lugar a equivocarme, la lógica del enjambre explica el razonamiento presente del “masismo” enquistado en el Gobierno y sus periferias. En una época donde los recursos escasean y el festín de 15 años no dejo ni migajas que repartir, las miradas se posan sobre Santa Cruz. El enjambre alista sus alas para sobrevolar la economía cruceña y el oriente boliviano en general para consumir los recursos (tierras) hasta finalmente terminar con el último paraje de prosperidad en el país.

Mientras tanto vemos que el “canibalismo” entre oficialistas no conoce límites, pujas de poder entre: “evistas”, “arcecistas” o “choquehuanquistas” valga la expresión, generan una escalada de violencia que salpicará a moros y cristianos en su marcha hacia posiblemente el último santuario para los inconformes, emprendedores y persistentes ciudadanos libres de lo que antes fuera la República de Bolivia.
Solo el tiempo dirá.

//*CARLOS ARMANDO CARDOZO LOZADA ES ECONOMISTA, MÁSTER EN DESARROLLO SOSTENIBLE Y CAMBIO CLIMÁTICO Y PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN LOZANÍA//

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