Sujeto condenado por feminicidio se retracta y revela presencia del narco en Villa Tunari

Las cuatro jóvenes desaparecieron y fueron asesinadas entre 2017 y 2020 / RRSS / LOS TIEMPOS

SEGURIDAD | 6 Mar 2021

“Esto es un indicio de trata y tráfico", afirmó Barrientos; "Casi 30 años vivo en la región" y "nunca he visto un cartel", respondió Loza

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- El narcotráfico está presente en el trópico de Cochabamba, aseguró Omar Fernández, el sujeto que fue condenado por el feminicidio de Mónica Olmos, la primera de los cuatro mujeres, cuyos cuerpos fueron encontrados en un terreno de Villa Tunari.

Fernández, de 27 años, se retractó de sus primeras versiones cuando confesó haber matado a las cuatro mujeres por temas “pasionales”, y aseguró que fue “obligado” a inculparse por todos los delitos, que hoy le suman una sentencia de 30 años de cárcel.

“Yo era su trabajador (me inculpé) por las amenazas de mi jefe, Denis Guevara, dijo que iba a matar a mi familia y a mis hermanos. Él está metido en el narcotráfico”, reveló el sentenciado que guarda cárcel en el penal de El Abra.

El jueves, el sujeto fue presentado como el autor de los asesinatos en grado de feminicidio, junto al propio Guevara y David Zapana, otro de los detenidos tras los recientes hallazgos de los cuerpos en Villa Tunari.

Consultado sobre el móvil de los crímenes, Fernández insistió que fue inculpado y que las mujeres fueron "parejas de su jefe", quien además tendría nexos con el narcotráfico, pues ellos eran sus “pisa cocas”.

Olmos fue victimada en diciembre, además de sufrir violación de Guevara. El sujeto quiso dispararle, pero ante el riesgo de ser descubiertos por el ruido, optaron por ahorcarla y enterrarla, fue el testimonio inicial de Fernández.

El sentenciado aseguró que Guevara les ofreció a él y a Zapana Bs 70.000 “para hacer desaparecer el cuerpo”. La joven fue victimada porque no devolvió unos 10.000 dólares que Guevara le había dado para comprar droga, agregó Fernández.

Sin embargo, en una segunda declaración, el sujeto asumió toda la responsabilidad y fue condenado a 30 años en procedimiento abreviado. Esto llevó a sospechar del caso y un posible encubrimiento a terceros.

Junto a Mónica Olmos de 25 años, fueron encontradas la pasada semana en un terreno de Tres Arroyos, Beatriz García Ustarez (29), Margarita Maldonado Rodríguez (25) y Nayeli Lizarazu (19). Las cuatro fueron reportadas como desaparecidas entre junio de 2017 y diciembre de 2020.

Dos de las víctimas fueron estranguladas y las otras dos golpeadas con un objeto contundente. Sus cuerpos maniatados y envueltos en bolsas de yute celeste quedaron enterrados en fosas a cortas distancias una de la otra, en una macabra recreación de un cementerio clandestino. La Policía confirmó que los feminicidios se dieron en otro lugar y que los cadáveres fueron trasladados a la zona, donde la familia de Fernández tiene un extenso terreno sembradío.

Guevara y Zapana se declararon inocentes y el primero incluso dijo no conocer a Fernández. “Por calumnias estoy aquí, nada más”, declaró.

Desde el Legislativo, la senadora de Comunidad Ciudadana, Andrea Barrientos, señaló que lo sucedido en Villa Tunari confirma la presencia no solo de narcotráfico sino de redes de trata y tráfico de personas.

“Esto es un indicio de trata y tráfico (…) La coca excedentaria es para cocaína, no para importar a Perú y está claro que hay laboratorios en el Chapare”, dijo el viernes, la senadora por Cochabamba.

En respuesta, el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS), Leonardo Loza, negó ese extremo y dijo que se trata de declaraciones políticas y discriminadoras contra los productores de coca del Chapare.

“Yo soy del trópico de Cochabamba. Casi 30 años vivo en la región, desde muy niño y en toda esa trayectoria de vida, particularmente ahora como dirigente y senador, nunca he visto y ojalá nunca poder ver ningún cártel en la región del trópico de Cochabamba”, dijo el senador y cocalero.

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