Muere Felipe Quispe Huanca, el “Mallku”

Quispe con una de sus células políticas en El Alto, buscaba la Gobernación paceña / ERBOL

POLÍTICA | 19 Ene 2021

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- A los 78 años de edad y víctima de un paro cardiaco, murió el líder histórico de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Felipe Quispe Huanca, el “Mallku”, quien había emprendido su última carrera política electoral para la Gobernación de La Paz.

La familia del “Mallku” confirmó que el deceso se produjo a las 16:00 de este martes 19 de enero y con ello pidió no señalar la causa de la muerte por Covid-19, como se había señalado en informaciones preliminares que circularon por la noche.

Uno de sus hijos, Santos Quispe, informó a Erbol que su padre lo visitó en su comunidad y fue ahí donde se descompensó y sufrió el paro cardiaco. El velorio será en un local de El Alto, dijo entre lágrimas el joven que encabeza otro frente político bajo la línea ideológica del "Mallku". 

Quispe, nacido en la provincia Omasuyus en 1942, era candidato por la agrupación Jallalla que tiene como aliada a la exsenadora del Movimiento Al Socialismo (MAS), Eva Copa, como postulante a la Alcaldía de El Alto.

LÍDER DEL GRUPO IRREGULAR EGTK

Historiador y exdiputado, Quispe fue líder del grupo irregular Ejército Guerrillero Tupak Katari (EGTK), que cometió actos terroristas entre 1989 a 1992, cuando la célula fue desbaratada en un operativo de Inteligencia del gobierno de Jaime Paz. En el acto también quedaron arrestados Alvaro García y Raúl García, quienes luego llegarían a acumular todo el poder político del país en la era de Evo Morales.

El “Mallku” confesó en agosto de 1992 que era el pensador y fundador del EGTK, pero negó haber manipulado explosivos en los atentados a una torre de electricidad en el altiplano y el robo a la remesa de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), cuyo dinero, señaló, fue a parar a “los cajeros” de Cochabamba, en alusión a la familia García Linera.

“A mí no me gusta que mi hija sea su empleada de usted”, respondía Quispe a la periodista Amalia Pando, hace 29 años, antes de pasar a detención preventiva por cinco años en el penal de Chonchocoro, junto a los hermanos García Linera, Juan Carlos Pinto, Silvia Alarcón, entre otros “guerrilleros” aymaras.

Quispe junto a Morales, aliados durante la etapa de bloqueos de 1998 a 2001 / ARCHIVOS WEB

DIRIGENTE, DOCENTE Y 2003

Al salir de la cárcel en 1997 por fallas procesales, Quispe terminó la carrera de Historia que le daría la opción de dar cátedra en la Universidad Pública de El Alto (UPEA) años después, hasta 2020.

Luego fue secretario ejecutivo de la CSUTB y desde esa posición encabezó las revueltas y bloqueos contra el gobierno de Hugo Banzer en 2001 junto a Evo Morales, entonces presidente de las Seis Federaciones de Productores de Coca del Trópico de Cochabamba.

En un encuentro con los ministros de Banzer, entre ellos el ya fallecido Walter Guiteras, Felipe Quispe forzaba lágrimas para reclamar “por qué nos masacran” y apuntar a los gobernantes como “extranjeros” que vinieron a “invadir” a los campesinos.

Los cercos desgastaron la administración de Acción Democrática Nacionalista (ADN) y sus aliados, y con ello proyectó el liderazgo de Quispe y Morales a nivel nacional.

Para las elecciones de 2002, con el Movimiento Indígena Pachakuti, el “Mallku” llegó a ser diputado y emprendió una batalla de discurso racial desde el Congreso Nacional. De ahí forjó los movimientos kataristas y apoyó a los denominados “Ponchos Rojos” de Achacachi, pero nunca pudo superar la barrera andina para ser un líder para Bolivia, en cambio Morales sí formó alianzas para llegar al poder en 2006.

En septiembre de 2003, Quispe Huanca comenzó el “plan pulga” para bloquear las carreteras hacia Achacachi y Sorata. Esto provocó la intervención policial encabezada por el entonces ministro Carlos Sánchez Berzaín, ya en el gobierno del movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). El “Mallku” luego confesó que el plan era “matar al ‘zorro’”, apodo del ejecutivo, y comenzar una subversión desde el “Tawantinsuyu”.

De esas acciones se disparó el conflicto de la “guerra del gas” en la ciudad de El Alto que terminó con el régimen de Gonzalo Sánchez de Lozada y posibilitó la sucesión de Carlos Mesa el 17 de octubre de ese año.

Mesa y el “Mallku” se reunieron en la plaza San Francisco a los dos días, cuando el dirigente campesino todavía le reclamaba justicia social al flamante presidente. De ahí se repite la frase “ni olvido, ni perdón, justicia”, ante miles de personas que ya habían escuchado aquello en El Alto.

Quispe posibilitó la llegada a la Presidencia de Morales y Garcia, sin embargo, con los primeros años se distanció y comenzó a cuestionar la “traición” del MAS al proyecto político, ideológico y racial que se había planteado durante más de una década.

Último afiche de campaña del candidato por la agrupación Jallalla / FACEBOOK

SU ÚLTIMA LUCHA INCONCLUSA

“Por principio estoy luchando y voy a seguir luchando hasta mi muerte, si es posible debajo de la tierra voy a seguir gritando”, fue una de sus últimas frases, ya como candidato a la Gobernación de La Paz, en las elecciones programadas para el 7 de marzo.

Quispe había dejado de participar en los últimos actos, como se evidencia en la inauguración de una casa de campaña en El Alto. Posteriormente, el dirigente alteño Roberto de la Cruz afirmaba que el “Mallku” le había dicho que estaba delicado de salud, pero que no podía internarse por la falta de camas en los hospitales y por ello se estaba medicando con hierbas, mates e ivermectina, un fármaco que hoy se usa para tratar el coronavirus.

“Expresamos nuestro profundo pesar por el fallecimiento del líder indígena originario campesino e historiador, Felipe Quispe Huanca, "El Mallku". Continuaremos su lucha por la liberación y dignidad de los pueblos. Nuestras más sentidas condolencias a su familia y seres allegados”, escribió el presidente Luis Arce en Twitter.

Le siguió el jefe del MAS, Evo morales, quien hoy se encuentra internado en la Clínica Los Olivos de Cochabamba, una de las más costosas del país y donde trabaja Mauricio García Linera, el otro de los hermanos de esa familia ligada al EGTK y al masismo.

“Con profundo dolor he recibido la noticia del fallecimiento del hermano Felipe Quispe, "El Mallku". Su lucha y liderazgo han sido un importante aporte para la liberación de los pueblos indígenas. Bolivia pierde a un dirigente consecuente. ¡Felipe inmortal por su lucha indianista!”, citó el exmandatario.

Uno de sus contrincantes para las justas electorales, el dirigente aymara Rafael Quispe, con quien el “Mallku” tuvo varios debates y discusiones, sobre todo por el paso del “Tata” por el gobierno constitucional de Jeanine Áñez.

“Nos conocimos muy jóvenes, vivimos muchas anécdotas, compartimos varias luchas, llegamos incluso a discrepar por los ideales y propósitos por nuestra patria, el compromiso siempre era trabajar y mejorar Bolivia. Mis condolencias a la familia. Descansa en paz hermano”, escribió el “Tata” Quispe.

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