Masismo proyecta una “ley de interpelación y censura” para desmantelar al Gabinete de Áñez

El proyecto de censura presentado por la masista Brito / CÁMARA DIPUTADOS

POLÍTICA | 28 Jun 2020

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- El masismo no para y ahora busca poner trabas a cualquier acción gubernamental desde sus dos tercios en la Asamblea Legislativa. Luego de haber sido burlados en marzo, cuando la presidenta Jeanine Áñez destituyó y luego volvió a posesionar a uno de sus ministros, “censurado” por los parlamentarios del MAS, ya se plantea reglamentar por ley ese mecanismo legislativo. 

La diputada del Movimiento Al Socialismo (MAS), Sonia Brito, presentó el pasado 2 de junio, un proyecto ante el presidente de la Cámara Baja, Sergio Choque, denominado “Ley de interpelación y censura a ministras y ministros de Estado”, con ocho artículo en el que destaca la figura del “efecto de la censura”.

La primera parte repite el procedimiento regular, ya normado en la CPE: “Aprobada la censura de la Ministra o del Ministro de Estado, en el día, la Presidenta o Presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional comunicará la determinación a la Presidenta o Presidente del Estado para que proceda a su destitución inmediata”.

Sin embargo, añade un candado con el que el MAS pretendería comenzar a desmontar al actual Gabinete Ministerial, considerando que la administración de Áñez, en su calidad de transición, será hasta octubre o noviembre próximo.

“La autoridad censurada no podrá ser designada nuevamente en el cargo objeto de la censura mientras dure el periodo constitucional”. El referido artículo además amenaza a la cabeza del Ejecutivo con procesos penales y juicio de responsabilidades si se repite la figura del caso López.

En esa línea, el MAS con sus dos tercios ya pidió interpelaciones contra los ministros de Obras Públicas, Iván Arias; de Relaciones Exteriores, Karen Longaric; de Gobierno, Arturo Murillo; de Medio Ambiente, María Elba Pinckert; de Desarrollo Rural, Eliane Capobianco; y de Educación, Víctor Hugo Cárdenas. También hubo anuncios contra la titular de Comunicación, Isabel Fernández, pero su caso queda en debate luego de que su cartera pasó a depender como Viceministerio del Ministerio de la Presidencia, dirigido por Yerko Núñez.

Áñez ratificó su confianza en López, en marzo, con una jugada constitucional que fue una victoria contra los dos tercios del MAS / ARCHIVO APG

La emergencia sanitaria y la cuarentena que vive Bolivia desde el 22 de marzo paralizó durante semanas toda actividad legislativa. Sin embargo, el proyecto de Brito, señalada como una de las operadoras del “masismo duro”, fiel y obediente a las instrucciones de Evo Morales desde Argentina, ya activó este proyecto y las siete interpelaciones pendientes solo se convocarían una vez aprobada esta “Ley de interpelación y censura”.

El pasado 10 de marzo, el Gobierno constitucional realizó una “movida de ajedrez” al aceptar la censura que planteó la bancada masista contra el ministro de Defensa, Luis Fernando López, luego de la interpelación del día 6, cuando el funcionario no asistió al acto convocado para responder por la acción de las Fuerzas Armadas en los conflictos de noviembre de 2019 en El Alto y Cochabamba.

Áñez decidió destituir a López en estricto cumplimiento a la Constitución Política del Estado (CPE), que establece esa figura en caso de que un ministro o miembro del Ejecutivo sea censurado por los dos tercios de la Asamblea Legislativa.

Sin embargo, luego de un par de días de interinato del general Gastón Peñaloza, López volvía a jurar ante la presidenta como “nuevo” ministro de Defensa. La figura no vulneraba ninguna forma legal ni constitucional, remarcó entonces el exmagistrado del Tribunal Constitucional José Antonio Rivera.

“Ratifico mi confianza en Luis Fernando López como ministro de Defensa porque su concurso es importante en el camino trazado para recuperar la democracia y la libertad. Ministro López, le pido que siga trabajando con el mismo patriotismo y eficiencia que ha trabajado, gracias por su compromiso por el futuro de Bolivia”, citaba la presidenta en medio de los aplausos de su gabinete.

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