IMPRENTA ESTATAL ELABORABA PROPAGANDA MASISTA CON FONDOS DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN

Dávila y Aguilar cuando ambos ejercían el poder como ministros de Morales / ARCHIVO LA RAZÓN 2013

SEGURIDAD | 31 Dic 2019

VISOR BOLIVIA / Ángel Salazar.- La nueva Gerencia de la Editorial del Estado denunció que más de 600.000 cartillas y panfletos, entre otros materiales utilizados para la campaña política del Movimiento Al Socialismo – MAS, fueron impresos en esta entidad con recursos provenientes del Ministerio de Educación, por lo que se solicitará la ampliación de investigaciones en contra del exministro del sector, Roberto Aguilar.

Alrededor de 50.000 calendarios de bolsillo, 50.000 tapas de CDs, 400.000 afiches, entre otros materiales propagandísticos impresos para la campaña por las elecciones generales, fueron facturados al Ministerio de Educación, según una revisión elaborada por personal contable de este despacho el pasado viernes. El costo solamente de la impresión de este material asciende a Bs 109.000 en primera instancia, faltando varios libros por revisar.

La exgerente de la Editorial del Estado, Amanda Dávila, figura como la principal responsable en estos hechos, le siguen los gerentes de producción, comercialización y administrativo financiero, por los delitos de uso indebido de bienes del Estado, uso indebido de influencias y daño económico al Estado.

El nuevo gerente general de la imprenta estatal, César Rojas, manifestó que las pruebas halladas en contra de la ex gerente de esta repartición estatal son contundentes, sin embargo, toda investigación dependerá del Ministerio Público.

“Esto va derivar lógicamente en una aprehensión, la prueba es bastante contundente por los elementos de convicción, dudamos que aparezca la señora Dávila, tenemos incluso una información que no es oficial, pero sabemos que ella ya no estaría en el país. Se la puede ver en el video de Morales a su lado derecho, tenemos entendido que es su enlace aquí en Bolivia” informó el titular de la Editorial.

Rojas también denunció que la auditora de la editorial fue amenazada por Dávila mediante llamadas telefónicas en las que le indicaba “tener cuidado” con los informes que vaya a emitir porque “ella va a volver”.

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