Escribe: Andrés Gómez Vela

“ROBOS “INSIGNIFICANTES” Y ROBOS SIGNIFICANTES”

OPINIÓN | 15 Oct 2017

ANDRÉS GÓMEZ VELA / 15 OCTUBRE.- Hay robos "insignificantes” de 37,6 millones de bolivianos al Banco Unión (como dijo el exministro de Economía Luis Arce Catacora) y robos significantes de una cámara filmadora, como el que cometió un policía y no devuelve hasta ahora a su propietario Agustín Aldo Mamani. Para Arce, el millonario desfalco, que dejó boquiabierto al país, es prácticamente nada porque no representa el 1% del patrimonio de esa entidad bancaria pública, pero para Agustín es el 100% de su patrimonio periodístico.

Sucedió el pasado 29 de agosto, en la avenida Víctor Paz Estensoro, a la altura de las canchitas, en la zona Sur de La Paz. Hasta pasado el mediodía, Agustín hizo cobertura de un bloqueo de caminos para Radio del Valle. Cuando ya cesó la refriega entre bloqueadores y Policía, decidió ir caminando hacia el puente Amor de Dios, junto a otras personas. En ese momento llegó un grupo de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) en motocicletas y un jeep. Uno de ellos se acercó y preguntó qué hacía con la cámara.

Agustín explicó que trabajaba en Radio del Valle. Otro uniformado le pidió credencial. Justo ese rato no portaba el documento y no pudo identificarse como comunicador. Solicitó llamar a la radio para probar su trabajo. Le negaron e inmediatamente uno de los policías le arrebató la filmadora Sony y entre cuatro lo enmanillaron.

Estuvo encerrado durante días en las celdas judiciales, hasta que un juez dictó detención domiciliaria. Digamos que la Policía actuó como debía porque la persona en cuestión no presentó credencial. Algo más, supongamos que Agustín no es periodista, ¿tiene derecho un policía a robar a los ciudadanos? Supongamos que ese policía cometió un error, entonces, ¿por qué no devuelve hasta ahora la filmadora?

Desde hace un mes y medio, Alicia Jauregui, esposa de Agustín, va a la Policía a reclamar la filmadora. Su esposo no puede ir porque sufre detención domiciliaria, acusado de daños a la propiedad pública, un delito que no cometió.

Es de Ripley, aunque usted no lo crea; un policía le roba la cámara y la Fiscalía acusa a la víctima de daños a la propiedad pública, cuando el patrimonio dañado es de él. ¿Alguna sanción siquiera para el ladrón uniformado de la UTOP? Nada, impune.

Esta denuncia de robo a plena luz del día fue pública y hasta ahora, el comandante de la Policía, Abel de la Barra -que movió medio mundo para defenderse de un supuesto complot en su contra de parte de sus camaradas- no ordenó a sus subalternos devolver la cámara, ni siquiera se interesó en identificar al ladrón.

Quizás para él (también) es insignificante el robo de una filmadora, pero para Agustín significa días, semanas y meses de trabajo honesto.

Encima, la denominada institución del orden se burla. Un "servidor” uniformado del Regimiento Policial 4 pidió a Alicia la factura del equipo para devolverle. El día que ella llevó, el policía desapareció. Luego, le exigieron presentar un memorial, presentó y nada. ¿Tanta burocracia para devolver un objeto a su dueño? El policía que cometió el robo debería ser honesto, al menos en esta parte, y decir a la víctima: "Ya te robé, ya es mía tu cámara, no te devolveré, no pierdas tu tiempo ni dinero”.

El comandante De la Barra debería saber que si no reflexiona y limita al policía que robó a Agustín, la próxima vez desfalcará un banco, después organizará una banda criminal y será un infame e impune asaltante de la propiedad pública y propiedad privada.

Minimizar un robo es alentar a los ladrones. Para Agustín, la cámara es muy significante porque es su instrumento de trabajo y para la Policía debería ser una mínima prueba de honestidad, y de honor.

General De la Barra, ¡ordene por favor devolver la cámara, identifique al policía, al menos llámele la atención, no incube a un ladrón, que comenzó el 29 de agosto con un significante robo y puede crecer hasta cometer uno ¡"insignificante”! Entonces, ya será tarde.

/*Andrés Gómez es periodista/

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