Una sociedad politizada contempla el fallecimiento de un médico por arenavirus

Colegas del gastroenterólogo destacaron la dedicación del profesional en cada una de sus intervenciones / RRSS

SOCIEDAD | 10 Jul 2019

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- Esta jornada, luego de semanas de tratamiento, perdió la vida el médico gastroenterólogo Gustavo Vidales. Su muerte, producto del arenavirus reveló el carácter político de la sociedad que ahora trata de buscar culpables en el Gobierno y la oposición.

Vidales había sido contagiado con el arenavirus cuando realizaba la autopsia a la residente médico Ximena Cuéllar, quien tuvo los primeros síntomas desde el 20 de mayo en el hospital municipal de Caranavi. Ella tuvo que soportar la fiebre y dolores durante una semana hasta que presentó la hemorragia profusa que la derivó hasta La Paz con un diagnóstico preliminar de dengue.

El doctor Vidales, hoy recordado por sus colegas como uno de los mejores profesionales de su área, fue salpicado con fluidos del intestino de la joven mujer en la sala del hospital. El virus todavía no había sido identificado y luego de dos semanas el médico presentó el mismo cuadro clínico que Cuéllar.

Un primer diagnóstico, elevado por el Ministerio de Salud, dio a entender que Vidales estaba en recuperación, sin embargo, desde ayer se informaba desde el Colegio Médico de La Paz que su situación era extrema por la falla multiorgánica que al final le quitó la vida la mañana de este miércoles.

Precisamente los dirigentes médicos de La Paz y a nivel nacional, responsabilizaron de la muerte de Vidales al Gobierno de Evo Morales y a la ministra del área Gabriela Montaño, por no haber podido identificar el virus con prontitud y no tener políticas de Estado para la atención de estas emergencias bioepidemiológicas.

Luis Larrea anunció un paro de 24 horas en La Paz, en reclamo por este suceso que además de la residente y el gastroenterólogo, tiene a un tercer galeno en estado crítico, el médico Marco Antonio Ortiz, internado en la Caja Petrolera en terapia intensiva.

A su vez, el presidente del ente nacional, Erwin Virurez respondió a la ministra de Salud, por sus recientes dichos contra el sector médico, calificando la gestión gubernamental como “inhumana”, por haber mentido en el tema de la aplicación del Seguro Universal de Salud – SUS, la inversión de 200 millones de dólares y la construcción de 47 hospitales, lo que considera como simples ofertas electorales e irresponsables.

Montaño había calificado al sector salud como “inhumano” por versiones de una alarma y cuarentena declarada en el Hospital Obrero, donde falleció Vidales.

Sin embargo, la nota más disonante la lanzó el segundo Alvaro Garcia quien dijo que todo estaba controlado y que se estaban aplicando todos los mecanismos existentes de control al arenavirus, pese a que ese tipo de virus recién fue detectado el 3 de julio gracias a los resultados de laboratorio remitidos desde Estados Unidos.

El sector médico, precisamente, reprochó que desde el Gobierno se haya mentido primero en decir que no había epidemia y que todo estaba controlado sin conocer el virus exacto al cual atacar. Luego se informó que la salud de Vidales tenía un avance favorable, pero se tardó en el tratamiento, tal como paso con la residente Cuéllar, cuya familia ya abrió un proceso penal por negligencia contra los responsables del hospital de Caranavi.

Se acusó también a Montaño de negar la declaratoria de emergencia sanitaria por cuestiones políticas.

"La población en general no debe alertarse. No se han detectado nuevos casos que estén vinculados al arenavirus", había sentenciado Montaño el domingo en los medios estatales.

Mientras, otros expertos consultados en los medios de comunicación, sugirieron hacer un seguimiento exhaustivo al entorno de los médicos infectados, pues el ciclo de incubación dura hasta tres semanas. Así también se pidió desechar y quemar la ropa y enseres de los médicos y enfermeras que atendieron a ambos pacientes y proyectar a futuro un centro que tenga todas las condiciones de aislamiento para combatir la difusión de estos virus tropicales.

Desde la oposición también se trató de sacar partido por la muerte del médico, con peticiones de informe a la ministra Montaño, aunque nunca se especificó sobre qué criterios técnicos se la interpelará.

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