BOLSONARO ROMPERÁ TODO NEXO CON MODELO DEL FORO DE SAO PAULO Y SUS ALIADOS

Presidente electo revisará situación de médicos cubanos, mientras su vicepresidente desahucia a UNASUR que solo se sostiene con cuota boliviana

El general Antonio Mourao y Jair Bolsonaro asumirán el mando de Brasil el 1 de enero / RRSS

POLÍTICA | 2 Nov 2018

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, junto a su equipo de gobierno que asumirá fnciones el 1 de enero, ha confirmado que romperá toda relación de su país con el denominado Foro de Sao Paulo, un congreso de la izquierda extrema, del cual surgieron entidades como UNASUR, ALBA y el sostenimiento al régimen castrista de Cuba.

Luego de ganar la elección presidencial en el balotaje del pasado domingo 28 de octubre, el Partido Social Liberal apunta a terminar con la cooperación brasileña a los grupos izquierdistas que desde 1990 ha sustentado a los regímenes de toda la región, sobre todo el eje Cuba, Venezuela.

En entrevista publicada este viernes por Correio Braziliense, Bolsonaro advirtió con cortar el financiamiento al programa “Más Médicos” que implementó el régimen del Partido de los Trabajadores para abrir las puertas a 11.420 galenos cubanos para trabajar en Brasil.

La medida se fundamenta en que el régimen castrista, hoy en manos de Miguel Díaz - Canel, manda a los médicos cubanos a trabajar en programas de cooperación, pero restringiendo la salida de sus familiares de la isla.

Un ejemplo, citó Bolsonaro, es una médico cubana cuyos tres hijos, menores de edad, fueron retenidos en Cuba. Eso, calificó el presidente electo, “es sencillamente una tortura para una madre”.

Explicó que el 75 por ciento de los salarios para estos médicos es pagado por Brasil directamente al régimen castrista.

“¿Podemos mantener relaciones diplomáticas con un país que trata a su gente de esa manera?”, declaró el político conservador.

A su vez, el vicepresidente electo, Antonio Hamilton Mourao, se refirió a la vigencia de la Unión de Naciones Suramericanas - UNASUR, una entidad regional fundada por Hugo Chávez en 2008 para tratar de hacer contrapeso a la Organización de Estados Americanos - OEA y ser un eje ideológico de control frente a Estados Unidos.

“La UNASUR está prácticamente fallida, murió y olvidó acostarse”, manifestó Mourao, general de Ejército en retiro de 65 años.

En su criterio, la UNASUR trató de fundar un Consejo de Seguridad con un criterio infantil de antiamericanismo que ya no tiene cabida.

Los tiempos del auge de UNASUR y el ALBA con Chávez como jefe regional / ARCHIVO WEB

Bolivia, en ese marco, es la única administración que todavía financia a la UNASUR, pues esa organización prácticamente está quebrada.

En junio, el jefe de gabinete, Yuri Chillán, advirtió a los países miembro del organismo, que dos de sus principales programas iban a cerrar a fin de año por falta de pagos, incluyendo deudas por servicios y salarios.

Brasil pagó 24 mil dólares hasta 2017 y Bolivia, que hoy tiene a su cargo la Presidencia Pro Témpore, canceló $us 124.293 para alargar la vida de UNASUR el primer semestre de este año.

En agosto, el presidente de Colombia, Iván Duque, había confirmado la salida de su país de UNASUR y conminó a Argentina, Chile y Perú a hacer lo mismo en un pronunciamiento conjunto. Ecuador también se alejó del bloque e incluso pidió la devolución de un edificio construido en Quito para convertirlo en universidad indígena.

En Bolivia funciona la lujosa sede del parlamento de UNASUR, en el trópico de Cochabamba, donde apenas se han desarrollado dos eventos internacionales.

El bloque de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - ALBA, que es la entidad comercial regional creada también por el extinto Hugo Chávez, se sostiene también con cuotas del Estado Plurinacional de Bolivia, el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y en menor grado con aportes de Cuba y Nicaragua.

La cooperación e influencia en la región de Rusia, China e Irán es la otra ala de ese bloque izquierdista que Bolsonaro también ha anunciado desmantelar en su gobierno al mando de Brasil, buscando alianzas con EEUU y la administración de Donald Trump.

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