Escribe Hugo Marcelo Balderrama

Es el sistema, idiota!

OPINIÓN | 31 Ago 2018

“The Matrix” es una trilogía de películas de ciencia ficción escritas y dirigidas por los hermanos Wachowski, filmes de culto para quienes vivimos nuestra juventud en esa época.

Las películas plantean un mundo en el futuro, en el que casi todos los humanos, tras una cruenta guerra, han sido esclavizados por las maquinas y éstas los mantienen en estado de suspensión.

Los pocos humanos que han logrado salir del sistema son constantemente perseguidos y viven en la ciudad de Sion. Entrando de manera clandestina a la “Matrix” logran liberar a otras personas. Morfeo, el líder de la resistencia, cree que pronto vendrá un “elegido” que acabará con la guerra.

La trilogía toma prestados muchos conceptos de la filosofía, en especial el mito de la caverna de Platón, una alegoría acerca de vivir creyendo que la falsedad y la mentira son reales. Años después, caí en cuenta que “The Matrix” son las películas más políticas y filosóficas que tuve la suerte de ver.

América Latina, análogamente a las películas, vive atrapada en un sistema cruel, una caverna que impide ver las reales causas de la pobreza, la corrupción y la miseria en nuestros países. Nuestra enfermedad se llama socialismo.

El socialismo es la usurpación de funciones, poderes y recursos que, por naturaleza, le pertenecen a la sociedad civil. El Estado pretende hacer muchas cosas que no debe y que no puede, por ejemplo: educar párvulos, infantes y jóvenes, “planificar” y “dirigir” la economía, gestionar jubilaciones y curar a los enfermos. Para estos fines acapara una enormidad de impuestos, incrementa el gasto fiscal, diluye el poder adquisitivo de la moneda y destruye la propiedad privada, con lo cual nos empobrece a todos.

Ese sistema es la verdadera causa de la miseria, el crecimiento del crimen, la ignorancia y la corrupción, entre otros males, que son sus inseparables consecuencias. La gente cree que el mayor problema es la corrupción, pero no, es el sistema.

Los falsos remedios vienen de los malos diagnósticos, por ejemplo: “la lucha contra la corrupción” a lo cual yo respondo: luchar contra la corrupción sin cambiar el sistema es como querer limpiar la mesa con un trapo sucio. Además, las denuncias de corrupción es el arma que tienen las “nomenklaturas” en su lucha por conseguir y mantener el poder, Fidel Castro fusiló a cuanto corrupto encontró.

¿Entonces, qué hacer? Primero, entender que si quieres orden, paz y trabajo debes seguir la ruta de la derecha, nada de ambigüedades doctrinales. Segundo, identificar a todas las víctimas del sistema, por ejemplo: comerciantes informales, contribuyentes exfoliados y trabajadores por cuenta propia. Tercero, poner en agenda de discusión temas de fondo y de sustancia: dolarización, impuesto único, cierre de las aduanas, federalismo, etc. Y cuarto, dejar la demagogia, la derecha no ofrece almuerzos “gratis”, ofrece libertad para que la gente se gane lo suyo.

En 1992, Bill Clinton ganó las elecciones contra George H. W. Bush (padre) con el lema “The economy, stupid!” (La economía, estúpido!). En el caso nuestro, la frase podría ser “Es el sistema, idiota!”, para mostrar que la derecha es la verdadera oposición y no los oportunistas que se adueñan de movimientos como el 21F en Bolivia o las elecciones municipales en Venezuela.

//*HUGO BALDERRAMA ES ECONOMISTA MASTER EN ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS Y PHD. EN ECONOMÍA//

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