Vocal que dañó a opositores en tres oportunidades es la delegada de Arce en el TSE

Chuquimia jurando al cargo, luego de seis años, ante Choquehuanca / ABI

POLÍTICA | 30 Abr 2021

Delgado: "Existen hoy responsabilidades pendientes, especialmente, con relación a los vocales involucrados en violación de DDHH” 

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- Dina Chuquimia, en calidad de delegada presidencial, es la nueva vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), entidad a la que retorna después de seis años, cuando protagonizó dos actos que terminaron por perjudicar a la oposición al Movimiento Al Socialismo (MAS), en las elecciones subnacionales de 2015.

Chuquimia fue parte de la “banda de los siete”, como recuerda la activista Nury Meleán, citada en Twitter por la exdiputada Rebeca Delgado. La referencia la completan los exvocales Wilma Velasco, Wilfredo Ovando, Irineo Zuna, Ramiro Paredes, Fany Rivas y Marco Ayala.

En el ámbito electoral, ese grupo de vocales protagonizó tres escándalos en las elecciones subnacionales de 2015, cuando se negó a aplicar la segunda vuelta en Chuquisaca, pese a los resultados de votación que perfilaban el balotaje entre Damián Condori y el candidato masista Esteban Urquizu. Los vocales, encabezados por Velasco, arguyeron que el Tribunal Electora Departamental no remitió su informe a tiempo y se procedió al principio de preclusión, con el cual Urquizu quedó como gobernador electo.

En el caso de las candidaturas, los entonces vocales, incluida Chuquimia, decidieron emitir una resolución de inhabilitación a los exdiputados de filas del MAS, denominados como “libre pensantes”, que habían optado por competir en sus municipios.

Rebeca Delgado por Cochabamba, Eduardo Maldonado por Potosí y Edwin Tupa por Warnes quedaron fuera de carrera electoral bajo el argumento de que “no cumplían el requisito de residencia permanente” en sus municipios. Se apuntó que los diputados “vivían” en La Paz, sede de la Asamblea Legislativa, y no “residían” en sus regiones.

Un posterior proceso ante el Comité de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), derivó en un dictamen de 2018 que calificó aquella inhabilitación como un daño y vulneración a los derechos políticos de Delgado y Maldonado, según el Pacto de San José. La entidad internacional estipuló, además, el pago del Estado boliviano de un resarcimiento de daños a ambos, al considerar las altas posibilidades que tenían de ganar sus alcaldías.

“Integrar un TSE implica asumir responsabilidad ejecutiva, civil, penal y administrativa por el ejercicio de una función pública. Existen hoy responsabilidades pendientes, especialmente, con relación a los vocales involucrados en violación de DDHH”, recordó en sus redes sociales Delgado, quien actualmente ejerce la docencia universitaria y la abogacía en Cochabamba.

A su turno, Maldonado dijo que Chuquimia volvió al TSE tras haber salido en mayo de 2015, en medio de escándalos, como lo hicieron todos los vocales luego de aquellas elecciones subnacionales.

“Ya estuvo antes cuando todos los vocales salieron por la ventana envueltos en escándalos azules y claro, recibieron embajadas como "premio". Rebeca Delgado y yo no olvidamos su accionar, el Comité Internacional de DDHH de la ONU, tampoco, escribió el potosino, hoy ligado a Comunidad Ciudadana.

Finalmente, los vocales de 2015 fueron quienes inhabilitaron a 227 candidatos de la alianza Unidad Demócrata en el departamento de Beni, luego de que el exgobernador Carmelo Lens difundiera encuestas de ese frente en una conferencia de prensa.

Chuquimia y los otros vocales aplicaron las sanciones de la Ley de Régimen Electoral y dejaron sin sigla a esa alianza en Beni, a una semana de los comicios.

La nueva vocal delegada fue posesionada este viernes por el vicepresidente David Choquehuanca, en reemplazo de Salvador Romero, que dimitió el jueves.

“El trabajo nunca parará en el Órgano Electoral, situación que siempre es un desafío para mí en pro de los derechos democráticos de las personas”, declaró Chuquimia a la agencia gubernamental ABI.

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