Escribe Mónica Olmos Campos

La educación privada está en riesgo

Escribe Mónica Olmos Campos

OPINIÓN | 4 Jul 2020

El Senado tiene en su poder el Proyecto de Ley para la “reducción de pensiones y/o matrículas de unidades educativas privadas, institutos y universidades privadas”. El documento señala que, en caso de no haber un acuerdo entre los padres de familia y la institución educativa, se aplicará el 50% de reducción en el pago mensual a partir del primer día de declaración de Emergencia Sanitaria Nacional.

A escasos días de concluir el primer semestre del 2020, advierto lo siguiente:

El Senado tiene en su poder el Proyecto de Ley para la “reducción de pensiones y/o matrículas de unidades educativas privadas, institutos y universidades privadas”. El documento señala que, en caso de no haber un acuerdo entre los padres de familia y la institución educativa, se aplicará el 50% de reducción en el pago mensual a partir del primer día de declaración de Emergencia Sanitaria Nacional.

A escasos días de concluir el primer semestre del 2020, advierto lo siguiente:

1. El Sistema Educativo Plurinacional SEP (único sistema educativo reconocido por la CPE y las leyes vigentes) no estaba preparado para brindar un servicio educativo que no fuera presencial. Ningún otro gobierno ha hecho los esfuerzos mínimos para que el currículo y su gestión fueran capaces de adaptarse a otra modalidad. La educación a distancia y sobre todo la virtual, son asuntos prácticamente desconocidos, especialmente en el Subsistema de la Educación Regular (Inicial, primaria y secundaria). Mientras que, en el Subsistema de la educación Alternativa y Superior, recién comienza a dar sus primeros pasos, muy distantes de lo que ocurre en otros países incluso de la región, aunque para estos la pandemia y su consecuente cuarentena, también ha significado disrupciones, conflictos y tensiones.

2. Debemos estar conscientes de que el año lectivo se inicia con un gobierno de carácter transitorio que debe asumir la conducción del país ante el descubrimiento de un grosero fraude montado por el MAS y Evo Morales que obliga a que este último junto a sus Ministros, varios de sus Senadores y Diputados, renuncien a sus cargos y se acabe anulando las elecciones. Es decir, el gobierno de Áñez debe constituirse a la luz de la improvisación, pero, sobre todo, de un fuerte y agresivo conflicto social y político que contabilizó más de 30 muertos en pocos días a la voz de “ahora sí, guerra civil”, todo en un intento fallido pero sangriento por buscar a la fuerza el retorno de Morales.

En ese contexto, llega en marzo la declaratoria de emergencia sanitaria nacional y todo el sistema sanitario, educativo, laboral y demás, se ve afectado.

3. Jeanine Áñez se concentra en una primera etapa en armar su gobierno, luego en viabilizar las próximas elecciones e inmediatamente, debe enfocarse en atender la pandemia del COVID-19 y en fortalecer un sistema sanitario muy disminuido, con poco presupuesto y demasiadas falencias, producto de décadas de desatención.

4. Es nombrada una maestra como Ministra de Educación quien duraría poco tiempo en el cargo; asume la cartera el Sr. Víctor Hugo Cárdenas a quien hoy no se le reconoce una gestión dinámica ni a la altura de las circunstancias. Su hazaña más aplaudida es el convenio con una Universidad para la capacitación de los maestros en TIC y TAC. A Cárdenas le cuesta mucho trabajo destacarse por una gestión abierta, horizontal, conciliadora, pertinente y eficaz. Anuncia y anuncia pero no hace efectivas las promesas. Luego de 84 días de no presencialidad, el 6 de junio, el Ministro da a conocer el DS No. 4260, una normativa general cuestionada por no decir ni solucionar nada; anuncia también que en 30 días a partir del 6 de junio, se tendrían los Reglamentos específicos con los cuales recién se podría tener las luces suficientes para la gestión curricular de las modalidades virtual y a distancia.

5. El primer semestre de este año, la educación no ha tenido rumbo ni guía muy a pesar de haberla solicitado: Los maestros, las Universidades y los padres de familia, han pedido en varias oportunidades reuniones con el Ministro, no pudiendo en muchos casos concretarlas lo que ha generado un gran malestar.

6. En este contexto de enormes incertidumbres y limitaciones, las instituciones educativas han seguido funcionando, unas mejor que otras siendo las privadas las que mejor se han desenvuelto. Y es justo reconocer que aunque no han hecho lo que los padres de familia deseábamos, cientos de colegios y decenas de universidades se las han ingeniado para proseguir con las clases y el servicio educativo. Sin normativa, sin Reglamentos, y con más sombras que luces de parte de la entidad rectora, los establecimientos educativos se han dado formas para ajustar sus planes curriculares, organizar a sus maestros, habilitar plataformas y/o acudir a otros medios menos formales para instalar las aulas virtuales. Algunos han terminado de consolidar sus entornos virtuales, otros apenas han podido enviar tareas por Whatsapp. Los maestros y docentes en muchos casos, han tenido que trabajar el doble de tiempo aprendiendo a manejar nuevas tecnologías, a darles sentido pedagógico a sus contenidos y a lidiar con niños y jóvenes que tampoco estaban listos para ser estudiantes virtuales. Los padres de familia, por su parte, han tenido que invertir en insumos tecnológicos y de conectividad para que sus hijos puedan asistir a sus encuentros virtuales.

Un escenario de lo más adverso el que se ha sorteado y que debemos ser capaces de reconocer.

7. El aislamiento social que ha obligado la pandemia sumada a las deprimidas condiciones del sistema de salud a nivel nacional, ha golpeado muy duro la economía de millones de familias en el país; ha quebrado miles de empresas; ha dejado a cientos de trabajadores sin fuente laboral y pinta el peor de los escenarios.

8. La incertidumbre no solo es económica y de salud, sino política. Los líderes del oficialismo como de la oposición no dan tregua a sus intereses y más allá de solidarizarse con la situación que vivimos los bolivianos, nos han hecho conocer que al final lo que importa es su imagen, sus figuras, sus partidos, sus campañas y sus espacios de poder. La corrupción de un sistema instalado para el oficio, la burocracia, los desencuentros, las peleas y zancadillas entre partidos, y el constante amedrentamiento del MAS, minan la energía y las esperanzas del boliviano que no sabe si proteger su vida, salir a trabajar o ir a votar.

9. Ese contexto de río revuelto es el ideal para que se luzcan los pescadores, los que hemos mencionado y también los otros, los “más propicios” y vulnerables que deciden apoyar las voces de la intolerancia, la intransigencia, la convulsión y la anarquía…el caldo de cultivo ideal para seguir generando gresca, bulla, conflicto y tensión, esta vez en nombre de “si no nos rebajan el 50% o más, no vamos a reconocer la legalidad de las clases virtuales y diremos que fueron malas, que nadie hizo nada y que el Ministro de Educación debe irse”.

Padres de familia demandan 50% o más de descuento en las pensiones escolares

10. Por supuesto que existen padres de familia, la mayoría, que no se prestan a ese juego de intereses y que reconocen y agradecen el trabajo y la voluntad de directores y maestros/docentes. Este padre de familia, prefiere confiar en el diálogo y en el buen acuerdo que sus legítimos representantes de curso lleguen con el establecimiento educativo; a este padre no le sobra el dinero, pero sí entiende que es honesto reconocer un trabajo realizado, también entiende que las posturas radicales y arbitrarias no darán solución al problema central y que por el contrario, éstas solo alentarán la quiebra y cierre del colegio o universidad donde estudia su hijo.

11. Puedo vislumbrar un trasfondo muy peligroso para la educación privada en el país. Las agitaciones promovidas por la intransigencia en nombre de un derecho que no se tiene y que, por el contrario, atenta contra la seguridad laboral de miles de maestros y docentes, y cientos de administrativos y trabajadores de instituciones educativas privadas, pondrán en riesgo la continuidad de la educación privada, aquella que en tiempos de Constituyente se puso en tela de juicio y que solo se animó a imponer una Ley de educación cuestionada por los especialistas y que hoy solo evidencia la brecha de perfiles (Bachiller-Universitario); a cerrar las Normales de formación de maestros monopolizando, desde el Estado, su cualificación a través de un programa absolutamente mediocre y teñido de contenido político y doctrinario; a impedir la evaluación de la educación con estándares internacionales de calidad; a mantener a los maestros en la obsolescencia didáctica; y a sentenciar a nuestros estudiantes a una instrucción que nos les permite escribir sin errores gramaticales y ortográficos ni a entender lo que leen.

12. Hoy, esos padres de familia que exigen rebajas del 50% o más en las pensiones en nombre de un contrato que no firmaron y de no estar de acuerdo con la calidad de las clases virtuales, jamás se detuvieron en la calidad educativa que recibían sus hijos durante el gobierno de Evo Morales. Nunca se escuchó que hicieran una representación para exigir mejores condiciones, al parecer ni siquiera se cuestionan por qué en plena economía del conocimiento donde el mundo se entiende a través de un celular, el exministro Roberto Aguilar no encontró mejor cosa que prohibir las clases virtuales y el uso de celulares en aula. Nadie de estos señores, cuestionó la forma cómo aprenden sus hijos… ¿ahora ellos vienen a decir que las clases virtuales no sirven? ¿Hoy tienen la moral para calificar el trabajo de un maestro/docente y decidir cuánto debe ganar?

13. La renuncia de Cárdenas no solucionará el problema, porque el problema no solo es del sistema educativo, es un problema de gobernanza y de concebir la responsabilidad del funcionario público. Es de la burocracia, es de la falta de voluntad política para minimizar y eliminar las brechas económicas, de conocimiento y oportunidades que existen en este país a vista y paciencia del sistema de poder. Es la imposición de lo político que vale más que la educación y la salud del ciudadano. Eso no lo va arreglar la renuncia de Cárdenas ni la convulsión en las calles ni el retorno de Evo al poder; todo lo contrario.

14. Que el diálogo, la cordura, la empatía y la solidaridad nos acompañen para hallar las soluciones más justas y equitativas. Reconozcamos que esto no es fácil para nadie, ni para los padres de familia ni para los maestros que también son padres, ni para los dueños de los colegios y universidades privadas.

15. Que la lucha no sea por unos pesos menos…que sea por una educación que nos saque de la oscuridad.

16. Antes de imponer reclamos, investiguemos, informémonos; no actuemos por consignas instaladas que buscan otros intereses. Sepamos reconocer que hoy la educación privada ha sido de lejos, mejor que la pública de la que nadie quiere hablar porque se cree que al ser “gratuita” no se tiene el derecho de reclamar por su calidad. De la que ni Evo ni Áñez ni Cárdenas querrán hablar…aquella fiscal que no tiene agua en sus baños, que tiene pisos de tierra, ladrillos de asientos y que no conoce ni sospecha los beneficios del wifi, muy a pesar de haber tenido 14 años de bonanza económica gracias a un modelo económico productivo social blindado, gracias a un socialismo de primera línea con bonos, leyes y autoridades idóneas muy correctas y conscientes con el más pobre. A pesar de todas esas ventajas y regalos del socialismo, hoy estamos como estamos.

17. Ojalá todos los actores, todos, sean capaces de apelar a las bondades de la comunicación e información y puedan dar a conocer, de un lado; y, a comprender, del otro, que una institución educativa privada regular tiene una estructura de costos cuya primera y principal obligación son sus maestros/docentes y personal administrativo (entre el 60 y el 78% de salarios), y entre un 12 y el 20% de costos fijos. Pedir el 50% o más de rebaja es liquidar la educación privada, esa que hoy, según normativa nacional (DS No. 4260), debe invertir en plataformas virtuales, servidor adecuado y demás recursos tecnológicos, capacitación de sus maestros/docentes, contratación de ingenieros informáticos, y de pedagogos entendidos en educación virtual. Esa que debe financiarse por sí sola la mejora de sus baterías de baño, el mantenimiento de sus áreas verdes, la construcción de sus coliseos, el arreglo de sus bancos, la compra de sus pizarras, la construcción de sus edificios y el equipamiento de sus laboratorios.

//*MÓNICA PATRICIA OLMOS CAMPOS ES COMUNICADORA SOCIAL Y DOCTORA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN//

//**LOS TEXTOS REPRODUCIDOS EN ESTE ESPACIO DE OPINIÓN SON DE ABSOLUTA RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES Y NO COMPROMETEN LA LÍNEA EDITORIAL PLURAL – LIBERAL DE ESTE MEDIO DE COMUNICACIÓN//