SEGURIDAD | 23 Abr 2019
VISOR BOLIVIA / Redacción central.- El escándalo por los supuestos vínculos entre las cabezas de la Policía Nacional en el departamento de Santa Cruz y el narcotráfico organizado, podría ser el primer paso para revelar a la opinión pública un mal que la ciudadanía percibe a diario con la presencia del sicariato, ajustes de cuentas y fortunas inexplicables para una élite de personas.
El oriente boliviano vivió en los últimos años casos de ajustes de cuentas por temas de narcotráfico. Se evidenció la presencia del Primer Comando Capital – PCC de Brasil, una célula de pandilleros que pasó a controlar gran parte del tráfico de drogas y cocaína. En Santa Cruz, al menos tres veces se registró el mismo modus operandi, extranjeros que entran a casas particulares o interceptan vehículos para disparar contra sujetos identificados.
Queda en la retina el atraco frustrado a la joyería Eurochronos en julio de 2017, con miembros del PCC tomando rehenes y disparando a diestra y siniestra. El saldo fatal con los delincuentes ajusticiados, fue de una joven empresaria muerta por una bala de la Policía. Su nombre, Ana Lorena Torrez.
Pero esta amenaza se extiende a Beni, como el asesinato del teniente de Policía Celier Ferrufino, que el pasado 2 de abril recibió varios disparos en plena vía pública de Guayaramerín. El oficial era investigado por el asesinato de la concejal Daguimar Rivera Ortiz, quien fue ajusticiada en un local en 2013 porque estaba investigando los nexos del narcotráfico con el verde olivo local.
Con todos estos antecedentes, hoy se produjo la aprehensión del coronel Gonzalo Medina y el capitán Fernando Moreira, ambos ex cabezas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen – FELCC en Santa Cruz, investigados ahora por el Ministerio de Gobierno, precisamente, por una presunta relación con el narcotráfico y asociación delictuosa.
El ex director de la FELCC y el ex jefe de la División Propiedades fueron investigados por viajes sospechosos fuera del país, sobre todo uno último a Panamá y las Bahamas, que eran indagadas por Inteligencia del Ministerio de Gobierno.
Más tarde, el ministro Carlos Romero, informaba que se confirmó la presencia en Bolivia del colombiano Pedro Montenegro, implicado en un caso de narcotráfico tras el operativo internacional Monte Pollino realizado en Brasil en 2015, que desbarató un clan que “exportaba” cocaína a Europa.
“El señor Pedro Montenegro Paz ha participado en por lo menos dos actos oficiales de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, en el departamento de Santa Cruz”, decía Romero.
Montenegro incluso fue condecorado por el coronel Medina en Santa Cruz y fue fotografiado junto al capitán Moreira en Cartagena de Indias. La Interpol, dejó entrever Romero, no cumplió su labor en ese sentido.
Medina, quien sería cautelado mañana, según medios locales de Santa Cruz, también tiene relación con el caso Eurochronos, pues el abogado de la familia Torrez, Jorge Santiesteban, afirma que el coronel siempre perjudicó el avance del proceso, obstaculizando la investigación.
El abogado afirma que Medina no quería proteger a tres policías acusados por provocar la muerte de Ana Lorena, sino que tendría “intereses más grandes que ocultar”.
Para rematar la suerte del ex director de la FELCC, salió también el militar en retiro River Covarrubias, quien en palabras a Fides, dijo que Medina le secuestró pruebas en su contra por temas de narcotráfico en un curioso hecho.
Covarrubias explica que estuvo detenido en el penal de San Antonio de Cochabamba, acusado de haber participado en la muerte de un hincha de Wilstermann, en agosto de 2017. En su detención fue “visitado” por Medina y un grupo de policías que lo acusó de haber hecho llamadas amenazantes contra el mandatario Evo Morales y en la requisa a su celda se llevaron todos los documentos que había preparado contra el entonces coronel policial.
Se espera también para mañana una declaración de ambos policías o al menos un pronunciamiento de sus abogados patrocinantes.
El escándalo podría ser mayor que el proceso internacional contra el ex zar antidroga de Bolivia, general René Sanabria, encarcelado en Estados Unidos desde 2011 y sentenciado por haber traficado cocaína a norteamérica.
Todas las acusaciones apenas comienzan a salir a flote, mientras el Gobierno que ha negado siempre que Bolivia sea un “narco Estado”, ya comienzan a investigar a sus propias filas con “narcovínculos”.
//@VisorBolivia//
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