RECLAMAN A COSTAS POR SU TARDÍO RECLAMO SOBRE EL CERCO POLICIAL A LOS CRUCEÑOS

Cruceños no pudieron ingresar a la plaza central en su aniversario / FACEBOOK MARIA BELÉN MENDIVIL

POLÍTICA | 25 Sep 2018

VISOR BOLIVIA / Redacción central.- El cerco de la Policía en la plaza 24 de Septiembre, que impidió el ingreso de ciudadanos y activistas en los actos oficiales de la efeméride cruceña, el periodista e investigador Carlos Valverde cuestionó la tardía reacción de la Gobernación que hizo un reclamo al comando policial, pero sin aludir al Ministerio de Gobierno por dar esa orden de resguardo a funcionarios gubernamentales frente a la ciudadanía.

El acto de la iza de la bandera, la ofrenda floral y el tedeum en la plaza central cruceña provocó el reclamo de las personas y asistentes que desde temprano fueron desalojados del lugar por un importante contingente de efectivos y guardias municipales desplazado dos cuadras a la redonda.

El motivo, según el comando departamental, fue resguardar la seguridad de los funcionarios nacionales y departamentales, además de “celebrar las fiestas cruceñas en paz”. El vicepresidente Alvaro Garcia estuvo presente junto a su esposa, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, los presidentes del Senado, Milton Barón y de Diputados, Gabriela Montaño.

El gobernador Rubén Costas fue increpado por ciudadanos por no hacer respetar a los ciudadanos “en su plaza”. Afirmó que esa acción policial fue inaceptable, pero todo eso fue luego de la polémica desatada en el lugar.

El alcalde de la capital, Percy Fernández, fue insultado al salir de la Catedral Metropolitana por la misma razón, acusado además de ser un aliado al régimen del Movimiento Al Socialismo – MAS. El octogenario funcionario lanzó insultos como respuesta a los presentes.

En la noche, Costas decía en red Uno, dentro de la Feria Exposición de Santa Cruz, que el accionar de la Policía Nacional fue inaceptable, aunque comprendió que cumplieron órdenes “de arriba”.
Señaló que cuando los políticos tienen que resguardarse de la población, deben entender que su mandato terminó y “deben irse a sus casas”.

Con todo, Valverde, como otros analistas e incluso editoriales de medios, dijo que Costas y la Gobernación tuvieron la oportunidad de hacer esa queja ante el mismo ministro Romero, cabeza de las fuerzas policiales.

Valverde aludió al secretario general de la Gobernación, Vladimir Peña, quien tuvo la misma reacción que Costas, pero que estuvo al lado de los gobernantes del nivel central.

“Este no es el momento de culipandeos don Vladimir. Estaba al lado del ministro de Gobierno y no le dijo nada”, reclamó.

Sobre Costas dijo que no reclamó el cerco policial porque “está bien asustado, aunque no vendido”, en términos políticos.

Quien sí apuntó contra el ministro Romero fue el presidente del Comité Pro Santa Cruz, Fernando Cuéllar, a quien hoy le pidió su renuncia junto a los comandantes policiales nacional y departamental, por haber escrito “una de las historias más negras de Bolivia contra este pueblo de Santa Cruz”.
“No permitamos que este Gobierno nos quite el derecho a expresarnos, a transitar, a votar, a elegir a nuestras autoridades, no podemos permitir estos amedrentamientos. Hoy, la historia nos convoca a luchar por nuestro pueblo”, declaro Cuéllar.

El matutino El Deber, a través de su editorial, también reclamó por estas acciones que ensombrecieron los festejos del 208 aniversario cruceño.

“No se recuerda, en 36 años de democracia, que se hubiera impedido que el ciudadano cruceño pueda llegar a la plaza 24 de Septiembre”, cita la nota y agrega “los festejos septembrinos estuvieron altamente politizados”.

“Lo que queda claro es que hay gobernantes a los que les incomoda la ciudadanía. Por un lado, vemos a un alcalde que aparece en público solo si está rodeado de un cordón de gendarmes que lo alejan de la población; por otro, vemos al presidente y al vicepresidente que deben recurrir a la fuerza pública uniformada para impedir el paso de la gente que, otrora, era libre de presenciar los actos de la efeméride, de vestir como eligiera y de expresar su punto de vista con libertad. La escena vista ayer en el centro urbano recuerda el cerco permanente a la plaza Murillo, en la sede de Gobierno, donde no pasan todos, sino los elegidos por el poder”.

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