CAPITALISMO PARA SACAR A LOS POBRES DE LA POBREZA

Los bonos solo someten a las personas, el libre mercado les da posibilidades / WEB

ESPECIALES | 15 Abr 2018

Por: Ariel Hurtado Paz.- En nuestro artículo anterior hablamos sobre el misticismo estatista, mostramos cómo el Estado ha sido utilizado para mantener poder y privilegios de unos en desmedro de muchos, vimos cómo en torno a la religión y las historias épicas, el Estado ha conseguido enajenar las libertades individuales sin ejercer una violencia permanente.

A pesar de las restricciones a las libertades individuales desde los albores de la humanidad hasta nuestros días, hubo una actividad que se las ingenió para navegar por mutuo propio en la historia, el comercio ha sido la única actividad humana a lo largo de la historia que ha podido trascender los controles de los imperios y los mitos, la actividad comercial conectó al mundo, llevó mercancías a todas partes, pero éstas iban acompañadas de la cultura, el lenguaje, las costumbres, los gustos y las habilidades de los mercaderes; el hombre del mundo antiguo encontró en el comercio la libertad que le había sido enajenada por el Estado y por los usurpadores de la libertad individual.

Si no fuera por el comercio espontáneo de los seres humanos, los sistemas económicos y políticos de la antigüedad, la Edad Media y Moderna hubieran sumido a la humanidad a condiciones de pobreza aún peores de las que ha sido objeto.

La brecha entre pobreza y riqueza a lo largo de la historia ha sido constante y uniforme, las hambrunas cíclicas y recurrentes, hasta que luego de un proceso evolutivo el capitalismo asoma la nariz a partir del renacimiento, alcanza su madurez en la revolución industrial produciendo el salto cualitativo y cuantitativo más grande de la historia del hombre.

El capitalismo se abre paso y comienza la liberación del individuo; esta liberación es en todos los sentidos: permite que un mayor número de personas puedan acceder a la educación a través de la invención de la imprenta, permite que personas que no tenían la más mínima oportunidad de cambiar su situación económica, logren en una generación una acumulación de riqueza suficiente para mantener a tres generaciones de sus familias; de la mano del capitalismo aparece la democracia liberal y vuelve a renacer el concepto de República; la producción capitalista saca del atraso y la pobreza a millones de personas en menos de un siglo.

Pero surge la pregunta ¿Por qué hoy es tan vilipendiado el capitalismo? ¿Por qué sus detractores le cargan la pobreza, la desigualdad y las guerras?

La respuesta la encontramos primero en aquellas élites que fueron desplazadas por la burguesía emergente, y en la mezquindad de aquellos que se han visto beneficiados por el capitalismo, los cuales hacen de mecenas de los detractores del capitalismo, no con la intención de acabar con este (eso hoy es imposible) sino con la intención de ser los únicos o los pocos que se beneficien del capitalismo; porque debemos reconocer que la acumulación de dinero te da una condición de poder y para estos capitalistas es conveniente seguir siendo los únicos que puedan llegar a tener esas grandes acumulaciones, algo que va contra la naturaleza misma del sistema capitalista.

Cuando el capitalismo se desarrolla en condiciones adecuadas, sin las trabas que le impone el Estado y otros entes de la sociedad, los pobres van abandonando rápidamente esa condición, el único sistema económico en el que una persona con serias limitaciones económicas puede aspirar a abandonar la pobreza e inclusive llegar a convertirse en una persona que amase mucha riqueza es en el sistema capitalista. ¿Por qué? Debemos partir de premisas correctas para no llegar a conclusiones equivocadas; los socialistas hacen creer que la pobreza es producto de la mala e injusta distribución de la riqueza, llegando a la conclusión que lo que corresponde es redistribuir la poca riqueza que hay, para así, en un imaginario, llegar a reducir las desigualdades y la pobreza.

El primer error esta en desconocer que la pobreza es una condición natural del ser humano, la cual es superada con la producción de bienes y servicios (riqueza) gracias a nuestra capacidad cognoscente.

A lo largo de la humanidad el único sistema que ha demostrado ser efectivo en la producción de riqueza en masa es el capitalismo; entonces nos encontramos que el problema no está en la mala distribución, sino que está en la falta de producción de la suficiente cantidad de bienes y servicios para satisfacer nuestras necesidades; si ustedes miran el mapa de la producción de riqueza a nivel mundial, encontrarán que la pobreza mundial está concentrada en los países que no tienen las condiciones adecuadas para producir riqueza, es decir, las condiciones para que el capitalismo haga su trabajo. Un ejemplo claro está mirar países como Botswana, Singapur, Corea Del Sur, estos países tienen en común de ser la excepción a la regla en zonas del planeta donde abunda la pobreza; ¿Cómo han logrado marcar la diferencia? La respuesta es sencilla, han decido abandonar los dogmas estatistas y socialista para permitir que el capitalismo de libre mercado haga su trabajo: generar riqueza.

Cuando empiezas a generar riqueza de manera proporcional los pobres se van reduciendo; no a costa de limosna, no a costa de bonos, sino al ímpetu del trabajo, el ahorro y la inversión; sumado a la igualdad de oportunidades que el capitalismo le brinda a los ciudadanos, la igualdad ante la ley y la igual de oportunidades son las únicas igualdades reales y tangibles. La igualdad material es irrealizable por la naturaleza misma de cada individuo, convirtiéndose en un mito que ayuda al Estado a arrebatar a los ciudadanos sus libertades y a condenar a los pobres a seguir en ese circulo de pobreza y sumisión.

En estos tiempos donde la comunicación está a un click, es una tarea poder derrumbar mitos y cambiar de paradigmas, abrir los ojos a nuestros ciudadanos y mostrarles que el mejor amigo que un pobre puede tener se llama capitalismo de libre mercado.

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