Rusia se dispone a bajar tensión sin concesiones en Donbás por conflicto con Ucrania

Tropas rusas realizan pruebas tácticas en la frontera con Ucrania / MINISTERIO DE DEFENSA RUSIA / DPA

MUNDO | 26 Abr 2021

AGENCIAS.- El fin de semana se confirmó el repliegue de tropas de Rusia de la frontera con Ucrania, con lo que se pone en pausa las crecientes tensiones que afectan a la zona de Donbás y que incluyó a ambos países y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

"Considero que los objetivos de los ensayos sorpresa se han logrado completamente. Las tropas demostraron la capacidad de garantizar una defensa segura del país", manifestó el viernes, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú.

La primera semana de abril comenzó una escalada de tensión entre Moscú y Kiev, que incluyó la discusión sobre la sede para desarrollar las conversaciones de paz previstas en Minsk, capital de Bielorrusia.

Desde Kiev, el viceprimer ministro Alexey Reznikov, había señalado que su país no participaría en el Grupo de Contacto Trilateral, porque Minsk estaba bajo la “influencia” rusa. El gobierno de Ucrania también citó “garantías de apoyo estadounidense” en caso de existir un conflicto en la región.

Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin, manifestó que su país está dispuesto a dar la mano a occidente, pero sin concesiones a temas que conciernen al Grupo de Contacto Trilateral que incluye a Rusia, Ucrania y la OSCE.

“No queremos quemar ningún puente, pero si algunos confunden nuestras buenas intenciones con indiferencia o debilidad y pretenden dinamitar o quemar esos puentes, la respuesta de Rusia será aún más contundente”, señaló desde Moscú.

Hace un año, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, había instado al gobierno de Volodymyr Zelensky a entablar negociaciones con los grupos pro rusos, en el marco del diálogo de París de diciembre de 2019, que ratificó los acuerdos de Minsk de febrero de 2015.

“El principal problema es la ausencia de una respuesta clara a la pregunta de si Kiev está dispuesto a entablar un diálogo directo con Donetsk y Lugansk como exigen los Acuerdos de Minsk”, expuso Lavrov.

El presidente ruso Vladimir Putin se dirige al plenario de Moscú el jueves pasado / DW

Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año, explica EuropaPress.

El conflicto vuelve a generar tensión entre Rusia y Estados Unidos.

La pasada semana, desde Washington, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, manifestó que "Rusia tiene ahora más tropas en la frontera con Ucrania que en cualquier otro momento desde 2014".

El alto al fuego se produjo en julio de 2020 y desde entonces tanto Rusia como Ucrania tratan de llevar adelante diálogos con voluntad política, como señala el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso. Sin embargo, las fuerzas separatistas alineadas a EEUU, optan por poner trabas a cualquier acuerdo. Incluso desde Turquía se anunció en marzo que la administración de Joe Biden estaba enviando buques de guerra al mar Negro como el USS Thomas Hudner, un destructor antimisiles.

Estimaciones dan cuenta de más de 13.000 vidas perdidas en este conflicto armado, entre ellos 3 mil civiles muertos a principios de 2019, según reporte de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

“Mientras Estados Unidos y Rusia apuntan a resolver la crisis de Ucrania y evitar una guerra importante, se hace evidente que Washington no aprecia cómo Moscú se está adaptando al colapso del orden paneuropeo. Washington sugirió que si Rusia reducía la tensión y cambiaba sus políticas, podría volver a ser aceptada en la "comunidad internacional", un eufemismo para el orden unipolar liderado por Estados Unidos. Mientras tanto, Estados Unidos se puso frenético de que Biden estuviera ‘recompensando’ a Putin con el gran honor de una reunión, que supuestamente impulsaría la legitimidad del presidente ruso”, expresó a la cadena RT el profesor de la Universidad del Sudeste de Noruega, Glenn Diesen.

//FUENTE: RT / DW/ EUROPAPRESS//